¿Estamos destinados… o solo con ganas?
Cada vez que todo se basa del deseo visual más la química instantánea, la historia termina por volverse fugaz. Muy fugaz. Como los hornos del hotel, que aunque funcionan veloz, aunque dejan de servir al poco tiempo. Construir un vínculo puramente en lo superficial, es igual que usar un microondas de hotel, enciende en segundos, pero colapsa má